
El capitán Barbacorta era el que dirigía aquella colonización. Su razón, tener los delincuentes fuera de sus tierras y lo más lejos posible. El viaje les duró cuatro meses y diecisiete días. La mayoría de los tripulantes llegaron vivos a pesar de que el viaje fue muy difícil. Los soldados que venían en el barco llegaron a su casa, cogieron a sus padres y se los llevaron sin darle ninguna explicación. Su infancia fue cruel y solitaria. Ahora ya es muy mayor y lo ha olvidado, aunque siempre la sabiduría y el idioma que aprendió quedara y perdurará en todas la generaciones de mi familia.
Texto: Silvia Vizcaíno
Ilustración: María Río
1º ESO D
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